02
Dic

“PORTADORES DE ESPERANZA CON LOS PUEBLOS INDÍGENAS”

En el cuarto día del novenario a la Virgen de los Milagros de Caacupé presidió la Santa Misa de la 07:00 Monseñor Juan Bautista Gavilán, Obispo de la Diócesis de Coronel Oviedo y responsable de la Pastoral del Indígena de la Conferencia Episcopal Paraguaya. La prédica estuvo a cargo del Padre Miguel Fritz, Administrador Apostólico del Vicariato del Pilcomayo.
El sacerdote, durante su homilía sobre el tema “Portadores de esperanza con los pueblos indígenas”, dejó profundas reflexiones sobre la situación del Chaco, sobre todo en relación al ecosistema y los hermanos indígenas:

  • Acabamos de escuchar las palabras de Jesús, que advierte de signos que causan angustia y perplejidad. Y realmente, si observamos atentamente la realidad de nuestro mundo actual, parece que está llegando este tiempo”.
  • “Estruendo del mar y oleaje ¡en cuantos países estamos viendo tremendas inundaciones; incluso islas que están por desparecer. Desfalleciendo los hombres, pero no sólo por miedo; sino por bombas, drones y cohetes en países que sufren terribles guerras”.
  • “Acá en el Paraguay debemos dar gracias a Dios, que en nuestro país vivimos en paz. Tampoco, no nos llegan oleadas del mar. Más bien el contrario: sufrimos la falta de agua, como en el río Paraguay”.

SUFRIMIENTOS EN EL CHACO

  • “Sufrimos sequías, muy especialmente en el Chaco, aunque ahora ya comenzó la temporada de lluvias. Y peor: durante semanas, un incendio arrasó con 200.000 hectáreas, en gran parte de bosque; y el humo, casi nos asfixió, causando malestares y enfermedades a muchos”.
  • “Incendios provocados, desvíos, robos de agua de los ríos: son ataques contra la casa común. ¿Cómo puede acontecer eso, si hay instituciones, si hay leyes que deben proteger la naturaleza?”
  • “Por motivos dudosos, de todos modos, por inconciencia y falta de escrúpulos, algunas personas cometen esta clase de crimen, provocando que decenas de personas valientes deben sacrificar tiempo y descanso durante días; y que miles de habitantes de todo el Chaco, e incluso en la capital y en la región oriental, sufren de un aire ya irrespirable”.
  • “Violar la naturaleza es una blasfemia: es como escupir en la cara de Dios”.
  • “Acá estamos como católicos, queriendo mostrar nuestro amor, nuestra veneración a nuestra Madre, a la Virgen. Pero a la vez, parece que a muchos la virginidad de la tierra – tierra virgen no les importa nada”.
  • “La violamos, la envenenamos, la pisoteamos, la matamos y todo eso en nombre del progreso; pero, ¿qué progreso?, si mata no sólo a fauna y flora; sino mata en consecuencia a personas humanas, a nosotros, a nuestros hijos e hijas. Acá estamos delante de nuestra Madre, la Virgen”.

DERECHOS GARANTIZADOS

  • “El principio 1 de la Declaración de Rio establece que: los seres humanos tienen derecho a una vida saludable y constituyen el centro del desarrollo sostenible”.
  • “Los artículos 6 al 8 de nuestra propia Constitución nos garantizan calidad de vida, derecho a un ambiente saludable y la protección ambiental. La Ley 716/96: sanciona delitos contra el medio ambiente”.
  • “Y, como si todo eso fuera poco, el Código Penal Paraguayo en sus artículos 197 al 202 explica perfectamente, cuáles son estos delitos”.

AISLAMIENTO VOLUNTARIO

  • “¿Alguien ha pensado con esta calamidad del incendio, qué habrá pasado a nuestros hermanos indígenas ayoreos que aguantan todavía en aislamiento voluntario, algunos grupos, justo en esa región de Chovoreca?”
  • “¿Será realmente cierto, que hay estancieros en el norte del Chaco que dan orden a sus peones de matarlos, si aparecen?

¿QUÉ LES HEMOS HECHO?

  • “¿Qué les hemos hecho, hermanos indígenas, qué les hemos hecho que prefieren vivir miserablemente en las calles de Asunción y otras ciudades, bajo hule hû (bolsa negra), en vez de vivir dignamente en su yvy marae’ŷ (tierra sin mal)?”
  • “¿Que prefieren ser empujados a una vida urbana, a no poder sobrevivir ya en su propia tierra? ¿Que prefieren la rabia de viajeros y transportistas, cerrando rutas, a sufrir por promesas incumplidas? ¿Que tienen que ir mendigando por un poco de agua?”
  • “¿Qué les hemos hecho, hermanos indígenas, qué les hemos hecho? ¿Que las máquinas que deberían mejorar sus caminos de acceso, a veces trabajan en las estancias vecinas?”
  • “Que los materiales de electrificación en sus comunidades, a veces son de segunda mano, para usar los nuevos en algunas estancias. Que dinero, que podría crear alguna mejora en sus comunidades, es empleado para caminos peatonales en la ciudad”.
  • “Que prefieren firmar por supuestas obras realizadas a ser excluidos de cualquier otra ayuda. Que sin afiliarse a cierto partido ya son excluidos de beneficios como Tekoporã o electrificación”.
  • “Que los permanentes cambios en el Instituto que está encargado de su bienestar paralizan los pedidos de reconocimiento y personería jurídica. Y que ahora quiere mudarse una vez más, para escaparse de ustedes”.
  • “Que tienen que aguantar 12 años en un cruce de caminos con un solo grifo de agua. Que tarda tanto para ver el título de tierra en sus manos”.
  • “Que las famosas certificaciones benefician a algunos cuantos, menos a ustedes mismos. Que todavía existen sinvergüenzas que se apropian de sus tierras legítimas”.

CAMINO SINODAL

  • “Hace pocas semanas, que se concluyó en Roma el Sínodo Mundial. Estamos en esta caminata sinodal, caminando juntos. Por eso, nos duele, cuando alguien queda por el camino; o lo pasa mal”.
  • “Necesitamos crear una “plaza de esperanza”. Así, vamos preparándonos para este Año Santo, Año Jubilar, que nos invita expresamente a ser peregrinos de esperanza. Si cada uno aporta una pisca de esperanza, juntos vamos a poder cambiar el mundo”.

“ARTESANOS DE LA ESPERANZA”

  • “Muchas veces son justamente ustedes, los indígenas, que son “artesanos de esperanza”, como diría nuestro querido cardenal Adalberto; sí, son ustedes, cuando por ejemplo mujeres indígenas saben enfrentar las topadoras que ya están entrando en su propiedad; como ocurrió en el Alto Paraguay”.
  • “Más que nunca, este tiempo del Adviento, que hoy iniciamos, es un tiempo de espera, un tiempo de esperanza. Por eso, optamos, caminar con ustedes, al lado de ustedes. Juntos, podemos ser peregrinos de esperanza”.
  • “Juntos, luchando por su derecho a tierra, garantizado, pero muchas veces no respetado; juntos, luchando por el acceso a agua, garantizado, pero muchas veces no respetado…”
  • “Juntos, luchando por su derecho a una vida saludable, que incluye aire limpio para respirar, garantizado – pero muchas veces no respetado; juntos, luchando por su dignidad, garantizada, pero muchas veces no respetada”.

QUE NO NOS ROBEN LA ESPERANZA

  • “Esta esperanza – ¡nadie nos la puede robar! Podemos perder muchas cosas, pero ¡jamás la esperanza! “¡Basta un hombre bueno para que haya esperanza! dice Papa Francisco. ¡Y aquí veo miles de hombres y mujeres de buen corazón!”
  • “Cómo perder la esperanza, viendo acá esta sobrecogedora multitud de indígenas, quienes han venido a este lugar sagrado, junto a nuestra querida Tupasŷ Caacupé, Catsimimi María, para nutrir su esperanza; y dando así también esperanza a todos nosotros”.
  • “Es esa caminata sinodal, a la cual nos invitan los vientos nuevos que soplan en nuestra iglesia. Y así cumpliré la promesa, como nos promete Dios en nuestra primera lectura de hoy, del profeta Jeremías: se hará justicia y derecho en la tierra.
  • “Hay que saborear estas palabras: ¡se hará justicia y derecho! ¡Cómo quisiéramos que se cumpla esta promesa, acá y hoy!”

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